"Quiero darle a Richard Nixon el juicio que nunca tuvo”
- Enrique Villalba
- 15 mar 2016
- 2 Min. de lectura
La película muestra todo el trabajo fuera de cámara que hubo detrás de la serie de entrevistas Frost-Nixon. La serie obtuvo la mayor audiencia de un programa político en la televisión estadounidense. Los 45 millones de espectadores que siguieron la primera parte, son un récord que aun sigue vigente. Su legendario enfrentamiento revolucionó el arte de la entrevista, cambió el aspecto de la política e hizo admitir algo al ex presidente que sorprendió a muchos y a él mismo.
Además de todo el trabajo previo a la realización de la entrevista, (desde las trabas que se le pusieron para entrevistar al ex presidente, hasta la falta de financiación por parte de las productoras), la película nos muestra la entrevista como un auténtico duelo entre entrevistador y entrevistado.
Por un lado nos encontramos a David Frost como entrevistador, cuya experiencia en el ámbito televisivo se limitaba a ser presentador de programas de variedades y entretenimiento. El reto que se le plantea a Frost es lograr que el hermético y calculador Nixon reconozca los crímenes que encubrió en su etapa presidencial, y se disculpe por ello ante el pueblo estadounidense. Como he mencionado ya anteriormente, cuenta con la dificultad añadida de no haberse enfrentado nunca a una situación similar, ésta sería la primera entrevista formal que el periodista anglosajón llevara a cabo. Éste se jugaba su futuro en dichas sesiones de entrevistas, un solo paso en falso; unas palabras desacertadas, una intervención desmedida o una pregunta fuera de lugar, supondrían un punto y final para su carrera profesional.
Sentado en frente de Frost se encuentra el ex presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon. Consciente de que de ser admitidos los su reputación se hundiría, Nixon empleará como estrategia alargar en exceso las respuestas, implementando en ellas anécdotas inútiles que rompían el ritmo de la entrevista y frenaban cualquier táctica ofensiva por parte del entrevistador.
La película nos muestra, pues, la entrevista como un duelo entre dos hombres que se están jugando mucho, y que harán todo lo posible por salir victoriosos del encuentro. Vemos que una entrevista puede marcar un antes y un después en la vida de una persona.
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